La Trata, una amenaza global

Cautela y rigor en los datos

El análisis del fenómeno de la Trata es muy complejo. Los organismos internacionales que investigan y actúan en este ámbito tienen datos fragmentados y estimaciones distintas, que hay que manejar con mucha cautela. No existe claridad ni acuerdo en las cifras. Existe una dificultad muy importante que reside en la completa ausencia de  datos sistematizados y de información estadística fiable, que proporcione una visión global y clara de la cuestión. Faltan datos coherentes, fiables y comparables debido a:

• La trata es una realidad delictiva oculta, difícil de conocer.
• Las diferentes definiciones nacionales del delito de la trata y las diferentes definiciones de víctima de la trata que se utilizan llevan a confusión y no permiten una recogida de datos coherente.
• La falta de inversión para realizar investigaciones sobre el problema y la falta de voluntad política para situar esta lacra como prioridad en la agenda política con la dotación presupuestaria necesaria, dificulta aún más poder llegar a cuantificar la realidad del problema y sistematizar la recogida de datos.
• La mayoría de los datos se refieren a la trata con fines de explotación sexual. Sin embargo, otras modalidades de trata, para explotación laboral, en la mendicidad, en matrimonios forzados, o para la comisión de actividades delictivas,  permanecen en la mayoría de los casos ocultas e invisibilizadas.

Sin embargo, hemos recogido diferentes fuentes procedentes de organismos internacionales, europeos, y nacionales para arrojar algo de luz sobre las cifras.

¿Sabías que “Trata de Blancas” es un término erróneo?

La expresión “trata de blancas” es un concepto erróneo, en desuso, excluyente y racista. El término “trata de blancas” se remonta al siglo XIX y alude a la realidad que afectaba a mujeres europeas -blancas- que como víctimas de trata eran trasladadas a otros continentes  para someterlas a explotación sexual, siendo vendidas como concubinas y esclavas sexuales en redes de prostitución. Esta realidad cuando afectaba a mujeres blancas generaba una gran alarma social y, sin embargo, cuando las mujeres afectadas no eran blancas era muchas veces tolerada y permitida.

La trata de personas afecta actualmente a personas de todos los continentes, orígenes y culturas, por ello lo correcto es hablar de “trata de personas”, aunque siempre es necesario aplicar una mirada interseccional que nos ayude a entender que la situación de una persona puede estar atravesada por distintos factores de desigualdad y discriminación que la pueden hacer más vulnerable a sufrir la trata.

Joaquín Sorolla. Trata de blancas. 1894.

Combatiendo las causas estructurales

Las causas que alimentan la trata son muchas y complejas, como la desigualdad y la injusticia global, la feminización de la pobreza, la impunidad del delito, la invisibilidad del fenómeno y la cultura machista que favorece la violencia contra la mujer y su impunidad.

Los tratantes aprovechan la situación de vulnerabilidad de partida que afecta a la mayoría de las víctimas para captarlas, manipularlas, engañarlas o forzarlas, prometiéndoles buenas oportunidades formativas, laborales y económicas y un futuro mejor.  

Para combatir la Trata es necesario aplicar una mirada  de Interseccionalidad, de Género y de Derechos Humanos que abarque la diversidad y complejidad de las situaciones y factores que afectan a las víctimas y supervivientes de la trata. La vulnerabilidad es un concepto dinámico que varía según distintos factores (edad, sexo, nacionalidad, etnia, raza, religión, identidad y orientación sexual, nivel de renta, acceso a estudios, etc.)