Más de 30.000 sanitarios y ciudadanos han firmado. ¿Te animas a apoyar la campaña?
La semana pasada se lanzó esta campaña SOSMORIA llevada a cabo por médicos europeos para poner a salvo a los refugiados en las islas griegas ante la pandemia por #COVID19.
Queremos recordar que el derecho de asilo es un derecho humano fundamental y una obligación de los Estados. La Ley de Asilo, reconoce expresamente la persecución por motivos de género y se refiere a la situación de especial vulnerabilidad de las víctimas de trata.
Es necesario garantizar que aquellas personas, en su mayoría mujeres, que han sido víctimas de la trata y que están además en necesidad de protección internacional puedan ejercer sus derechos de forma efectiva en España. Los sistemas de protección que prevén la Ley de Asilo y “Ley de Extranjería” art. 59 bis, deben ser compatibles y complementarios entre sí para ofrecer un plus de protección en estos casos añade Marta González, Coordinadora de sensibilización de Proyecto ESPERANZA.
Asimismo recordamos que el derecho a la salud, tal y como ha afirmado recientemente Amnistía Internacional incluye la obligación de los Estados de adoptar todas las medidas necesarias para la prevención, tratamiento y control de las enfermedades.
La mayoría de los Estados han ratificado al menos un tratado de derechos humanos que obliga a garantizar el derecho a la salud. En el contexto de la propagación de una epidemia como #COVID19, esto significa garantizar asistencia preventiva así como bienes y servicios a disposición de todas las personas. Nos preocupa el efecto de las medidas para controlar esta pandemia sobre poblaciones especialmente vulnerables como los refugiados en Grecia ya que puede derivar en limitaciones al ejercicio de sus derechos humanos.
Desde Proyecto ESPERANZA trabajamos para que el derecho al asilo y la obtención de un estatus de residencia legal sea una realidad para las víctimas de trata de seres humanos como una forma de garantizar su dignidad y acceso a la justicia.
Carta de la campaña de #SOSMoria
Nosotros, médicos de Europa, hacemos un llamado a los líderes de nuestros gobiernos y de la Unión Europea para poner inmediatamente a salvo a los refugiados en Grecia.
En los últimos años los campamentos de refugiados en las islas griegas están sobrepasados de personas. La epidemia corona que está a punto de llegar a los campamentos tendrá consecuencias catastróficas para los refugiados, incluso para los habitantes griegos y el resto de la sociedad europea.
Es una ilusión que se pueda controlar un brote de corona en estos campamentos. En los mismos, un total de 40.000 personas viven en unos pocos kilómetros cuadrados. Sólo quedan unos pocos médicos. Muchos niños y adultos ya están expuestos a altos riesgos de contraer traumas físicas y mentales.
Si Europa hace la vista gorda ahora, esta situación pueda tornarse en un desastre médico, que puede tener un efecto fatal en los valores y las normas del sistema sanitario europeo.
Contra esta eventualidad tenemos que proteger a los refugiados, a los griegos que han estado atrapados durante años, y a toda la población europea.
Nosotros médicos hemos prestado juramento por el cual prometemos brindar atención médica a cada individuo, independientemente de la persona y su origen. Como médicos europeos estamos obligados de hacer todo lo posible para prevenir esta catástrofe médica.
Los líderes de la Unión Europea también prestaron juramente hace cuatro años: cada país acogería a un número determinado de refugiados de Grecia y Turquía. Ningún país de la UE ha cumplido con este acuerdo. No es suficiente trasladar los refugiados a campamentos en la Grecia continental; estos campamentos ya están sobrepasados de personas.
Hacemos un llamado a todos los líderes de la UE para que cumplan con el acuerdo hecho en el 2016 y reciban a los refugiados en su país de acuerdo con los compromisos asumidos anteriormente para prevenir este desastre médico en el territorio europeo.