Supervivientes de trata con un rol activo en su proceso de recuperación
En los últimos meses venimos realizando, desde Proyecto Esperanza, un proceso de reflexión y análisis sobre el concepto de participación de las mujeres a las que acompañamos en su proceso de recuperación. Partiendo del reconocimiento que la participación de las mujeres supervivientes de la trata ha sido parte de la metodología de intervención, acompañamiento y sensibilización de Proyecto Esperanza desde el comienzo del mismo, a través de este proceso que hemos puesto en marcha recientemente queremos profundizar, e ir más allá, en los modelos de participación que se han llevado a cabo hasta ahora, para llegar a formas de participación más profundas, completas, sostenibles y significativas.
Desde Proyecto Esperanza conceptualizamos la participación de las mujeres supervivientes de trata como un derecho que éstas tienen, y que es coherente con la defensa, promoción y centralidad de los Derechos Humanos que está en la base del enfoque de trabajo de Proyecto Esperanza.
En el marco del ejercicio del derecho a la participación se ha llevado a cabo entre los meses de abril y junio de este año la Escuela de Lideresas de Proyecto Esperanza.
La Escuela de Lideresas ha buscado favorecer y promover el liderazgo de las diez mujeres que han participado en la misma, a través del reconocimiento, fortalecimiento y desarrollo de sus capacidades, destrezas y habilidades, reconociéndolas como ciudadanas agentes de cambio imprescindibles para la transformación social. A lo largo de estos últimos meses la Escuela de Lideresas ha constituido un espacio de capacitación y reflexión donde se han ofrecido conocimientos, herramientas y espacios de aprendizaje mutuo relacionados con el fortalecimiento personal, los Derechos Humanos, la igualdad de género, la comunicación, la resolución de conflictos y el autocuidado personal.
Además, la Escuela de Lideresas ha servido para profundizar en la respuesta que desde Proyecto Esperanza damos a las demandas de las propias mujeres a las que acompañamos, y que han ofrecido sus conocimientos, experiencias y saberes en favor de la recuperación de otras mujeres, de visibilizar la realidad de la trata, y de aportar en la labor de promover los derechos de otras mujeres que están pasando por una situación similar a la suya.
A lo largo de estas semanas de trabajo conjunto ha quedado clara la inmensa riqueza de recursos, conocimientos, experiencias, reflexiones y sabiduría que las mujeres supervivientes pueden aportar, no sólo en la lucha contra la trata de seres humanos, sino a la sociedad en su conjunto. Así mismo, la Escuela de Lideresas ha sido un proceso de aprendizaje interno para el propio equipo de Proyecto Esperanza.
Como afirma Iskra Orrillo, responsable del Servicio de Salud y psicóloga de Proyecto Esperanza y coordinadora de la Escuela, “Promover y facilitar la Escuela de Lideresas ha sido una experiencia enriquecedora y de profundo aprendizaje; ver el poder, sabiduría y la motivación de las mujeres supervivientes es inspirador. Impresiona el gran compromiso por apoyar a otras mujeres, y el deseo de capacitarse para acompañar procesos de recuperación de una manera amable, cercana y afectuosa. Las lideresas tienen muchísimo que aportar y enseñarnos “.
Las propias mujeres que han participado en la Escuela de Lideresas destacan el espacio de empoderamiento que ésta ha supuesto, así como las herramientas aprendidas para analizar su realidad, y para apoyar y acompañar a otras mujeres. Destacan el valor de profundizar en conceptos como resiliencia, interseccionalidad, interculturalidad, autoestima, escucha o asertividad, y cómo la Escuela ha potenciado el poder del propio grupo y sus propias capacidades para enfrentar y afrontar la realidad. Igualmente, han expresado el deseo de continuar y enseñar a otras para, así, multiplicar la experiencia.
Desde Proyecto Esperanza, una vez finalizada la Escuela de Lideresas, acompañaremos el proceso de incorporación en prácticas de las lideresas en el área de Intervención Directa en función de su propio deseo de participación.