El Proyecto ESPERANZA es pionero en la elaboración de un informe que quiere medir los resultados a largo plazo en la intervención con mujeres víctimas de la trata. El informe valorará en qué medida el contexto propicia el acceso de las víctimas a los derechos humanos. Algunos de los datos que arroja el informe es que el 80% de las mujeres entrevistadas tiene permiso de residencia y trabajo. El 38% de las mujeres alcanzan el salario mínimo interprofesional. El 80% no supera los 850 euros de ingresos.
Madrid, 24 de octubre 2012. El próximo 30 de octubre, el Proyecto ESPERANZA organiza la jornada: “Transparencia, evaluación y rendición de cuentas en la lucha contra la trata de personas”, con el objetivo de evaluar el impacto que ha tenido su intervención integral en el acceso a derechos humanos fundamentales de las mujeres víctimas de la trata con el fin de mejorar sus prácticas profesionales. Tras 12 años de intervención con más de 630 mujeres víctimas de la trata, el informe evalúa la intervención socio-educativa en 32 mujeres que fueron víctimas de Trata durante el período 2006-2010. La mesa redonda que será moderada por Marta González, Coordinadora del Proyecto ESPERANZA tendrá como tema de debate la: Evaluación del Cumplimiento de Obligaciones y Políticas Públicas en la Lucha Contra La Trata.
- Klara Skrivankova, Anti-Slavery International UK. “La experiencia del Reino Unido: Seguimiento de la implementación del Convenio del Consejo de Europa de Lucha contra la Trata”.
- Elena Arce, Asesora Responsable del Área de Migraciones e Igualdad de Trato de la Defensora del Pueblo. “Conclusiones y Recomendaciones del Informe Monográfico sobre la Trata de Seres Humanos en España: Víctimas Invisibles”.
Con el apoyo de la Dirección General de la Mujer de la Comunidad de Madrid, el Proyecto ESPERANZA vuelve a retomar la iniciativa de la primera evaluación de impacto: “Recuperando Derechos: Progresando en Dignidad” que se hizo en el año 2007 cubriendo el primer quinquenio de intervención (2000/2005).
Marta González, Coordinadora de Proyecto ESPERANZA comenta: “Con esta jornada queremos sumarnos a los compromisos de transparencia y rendición de cuentas no sólo de cara a financiadores y socios, sino especialmente hacia las mujeres con las que intervenimos. Ellas marcan cada día retos nuevos de mejora. Nuestro foco de calidad deben ser ellas, las víctimas.
El concepto de impacto: más allá de los números
El informe, pionero en este tipo de evaluación quiere centrar el impacto en la cantidad de beneficios que se mantienen en el tiempo una vez concluida la intervención. Antonio Rivas, Coordinador del estudio y al hilo de este planteamiento nos comenta: “No queremos medir la intervención respecto a un estándar, sino la intervención respecto a las potencialidades y expectativas de la mujer en cada caso en relación a las posibilidades reales (legales, laborales y sociales) durante el periodo de intervención. Hablamos por tanto de equidad, la capacidad de la intervención de facilitar a la mujer aquello a lo que tiene derecho”.
El informe busca ver si, más allá de la consecución y mantenimiento de objetivos “técnicos”, con sus criterios clásicos de eficacia y eficiencia, con atención a indicadores cuantitativos se consigue dar un mayor acceso a los derechos humanos de las mujeres. Rivas añade: “No queremos medir si el Proyecto es “productivo” en relación a la inversión efectuada. El acceso de una sola mujer a libertad, dignidad, y liberación de la explotación sexual, difícilmente es medible en términos de coste-beneficio. Sería aplicar a la intervención la misma lógica de mercado que las convierte a ellas mismas en mercancía. Queremos enfocarnos a verificar si el acceso a derechos humanos fundamentales que promueve el Proyecto ha quedado consolidado.
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