25 marzo: Día europeo contra la trata de seres humanos
- España no está entre los 24 países europeos que ya han firmado el Convenio Europeo contra la Trata de Seres Humanos.
Madrid, 24 de marzo de 2006. La trata de personas con fines de explotación sexual y laboral, que especialmente afecta a mujeres y niñas, es una violación gravísima de los derechos humanos que según la Organización Internacional del Trabajo (OIT) afecta cada año a alrededor de 2,5 millones de personas en el mundo. Pese a la gravedad de este problema, Amnistía Internacional y Proyecto ESPERANZA lamentan que no existan datos fiables sobre la dimensión de la trata en España.
Coincidiendo con el día 25 de marzo, Día Europeo Contra la Trata de Seres Humanos, ambas organizaciones demandan al Gobierno español que aborde la lucha contra la trata de personas desde una perspectiva de derechos humanos, y dando prioridad a las víctimas. Y por ello, las organizaciones piden al ejecutivo, ante su anuncio de un Plan de Acción Nacional contra la Trata de Seres Humanos, que muestre su compromiso real contra esta violación de derechos humanos, iniciando los trámites para la adhesión al Convenio Europeo contra la Trata de Seres Humanos, que España aún no ha firmado.
En España, el fenómeno de la trata con fines de explotación aparece vinculado a la inmigración y tiene rostro de mujer. La mayoría de las víctimas de la trata son mujeres de entre 18 y 25 años que han sido captadas en sus países de origen por personas, grupos de delincuentes o redes criminales organizadas. Sirviéndose de sus expectativas de mejorar sus vidas y las de sus familias, las redes las traen a España por medio de engaño, amenazas, fuerza, abuso de situaciones de vulnerabilidad y otras formas de coacción, con el fin de someterlas a explotación, ya sea en la prostitución, el servicio doméstico, la agricultura, la mendicidad, la venta ambulante o los matrimonios serviles.
Las mujeres víctimas de trata se encuentran en una grave situación de vulnerabilidad: desconocen sus derechos en un país que no es el suyo, en numerosas ocasiones no hablan el idioma, ignoran las posibilidades de ayuda que tienen, desconfían de las autoridades, y frecuentemente han sido desposeídas de sus documentos de identidad por los traficantes.
Muchas no denuncian, porque temen sufrir represalias tanto ellas como sus familiares en el país de origen. Aquellas que reúnen el suficiente valor para interponer una denuncia y colaborar como testigos en el proceso penal contra los autores del delito, sufren con demasiada frecuencia una revictimización al enfrentarse con un sistema judicial poco sensibilizado frente a esta realidad, y sin recursos humanos y materiales suficientes para, por ejemplo, realizar una efectiva protección de testigos.
Los derechos de las víctimas
El pasado 16 de mayo de 2005 el Consejo de Europa aprobó el Convenio Europeo contra la Trata de Seres Humanos, un instrumento de vital importancia para la protección a las víctimas de trata de seres humanos, en el que se garantiza la igualdad de género. Hasta el momento, dicho convenio ha sido firmado por 24 países, entre los que no se encuentra España.
El Convenio tiene un ámbito de aplicación que abarca todas las formas de trata de personas con fines de explotación, tanto en el ámbito nacional como en el internacional, conectadas o no con el crimen organizado internacional. Sus objetivos son: prevenir y combatir la trata de seres humanos, proteger y asistir a las víctimas con independencia de que colaboren o no como testigos en el proceso penal contra los traficantes, investigar y enjuiciar el delito, y cooperar en la lucha contra la trata.
El Convenio Europeo incluye compromisos cruciales para proteger y promover los derechos de las víctimas como son:
- Formar a las autoridades para la correcta identificación de las víctimas, incluyendo medidas específicas para la protección de los menores de edad
- Asistir a las víctimas en su proceso de recuperación física, psicológica y de integración social, con independencia de que colaboren o no como testigos contra los autores del delito.
- Tomar en consideración de las necesidades de protección y seguridad de las víctimas y proteger su vida privada y su identidad.
- Proporcionar asistencia jurídica gratuita para poder defender sus derechos en el procedimiento penal contra los traficantes.
- Conceder permiso de residencia si la permanencia de la víctima en el país se considera necesaria, bien debido a su situación personal o bien en razón de su colaboración con las autoridades en el proceso penal.
Plan Nacional contra la Trata de Personas
Amnistía Internacional y Proyecto ESPERANZA valoran positivamente el anuncio del Gobierno español de la creación de un futuro Plan de Acción Nacional contra la Trata de Personas. Para estas organizaciones es imprescindible que dicho plan se adapte plenamente a la definición de trata del Convenio Europeo, así como a las medidas que contempla el mismo. En todo caso dicho plan debe considerar el fenómeno de la trata desde una perspectiva global, en la que se incluyan medidas de carácter legislativo, de prevención, de sensibilización y formación, así como de protección, asistencia y reparación a las víctimas de trata.
Más información:
Área de Comunicación y Sensibilización de Proyecto ESPERANZA
Tel: 91 386 06 43 | colaboracon@proyectoesperanza.org
Sobre Proyecto ESPERANZA www.proyectoesperanza.org
Proyecto Esperanza surge en el año 1999 ante el crecimiento del Tráfico de Mujeres en España, y desarrolla un programa de acogida integral para mujeres víctimas de explotación en condiciones de esclavitud. El proyecto, a cargo de la Congregación de Religiosas adoratrices, cuenta con un equipo multidisciplinar de profesionales que considera el tráfico de persona una violación de los derechos humanos. Colabora estrechamente con otras organizaciones, y forma parte de la Alianza Global contra el Tráfico de Mujeres (GAATW) y de la Red Europea contra el Tráfico de Mujeres”