#TodoSaldraBien. “Estamos contigo, la violencia de género la paramos unidas”
En Proyecto ESPERANZA queremos apoyar la campaña que el Ministerio de Igualdad, en colaboración con la Delegación del Gobierno contra la Violencia de Género, ha puesto en marcha ante la crisis del COVID19, aprobado en Consejo de Ministros el pasado 17 de marzo que forman parte del Plan de Contingencia contra la Violencia de Género. Entre las medidas impulsadas desde este plan, se encuentra la realización de una campaña institucional para la prevención de la violencia machista.
Descarga los materiales y las diferentes versiones en alta y baja resolución.
Descarga la guía para víctimas de violencia de género durante COVID 19.
Una vez más nos parece necesario recordar, tal y como manifestamos en la comparecencia del congreso de los Diputados de 2017 con motivo del Pacto de Estado contra la violencia de Género que la trata de personas no supone una violación de derechos humanos neutral en cuanto al género. Tal y como afirma la Declaración de Beijing, cuyo 25 aniversario celebramos este año, la trata es una forma de violencia basada en el género. Y no sólo lo es porque la mayor parte de las víctimas son mujeres y niñas, sino también porque determinadas formas de trata suponen, en sí mismas, violencia contra la mujer por el hecho de serlo. Las formas de trata para explotación que tienen una incidencia desproporcionada en mujeres y niñas son, como mínimo la trata para explotación sexual (comercial o no), incluida la pornografía, la trata para explotación laboral en sectores fuertemente feminizados, como el servicio doméstico o el trabajo en “salones de belleza” o en determinados sectores de la agricultura, la trata para matrimonio forzado, y la trata para la gestación de bebés para su posterior venta o para adopciones ilegales.
Marta González, Coordinadora de sensibilización de Proyecto ESPERANZA añade: Abogamos por aplicar un enfoque de género transversal ante la trata que incluya una mirada de género en el análisis de las causas de la trata y de las situaciones de vulnerabilidad que viven las mujeres en sus países de origen antes de ser tratadas, y que contribuyen a crear condiciones sociales y económicas que limitan las opciones personales de las mujeres, facilitan la actividad de los tratantes y explotadores, y aumentan el riesgo de las mujeres de convertirse en víctima de trata (por ejemplo, edad, discapacidad, pertenencia a un grupo minoritario, desigualdad, pobreza, discriminación, violencia por razón de género, conflicto armado y desplazamiento).
Se trata de diferentes materiales divulgativos para distribuir en redes sociales, transporte, comunidades de vecinos, establecimientos, municipios y distintos carteles y folletos en comunidades virtuales.