Construyendo caminos de integración con víctimas de trata de seres humanos

La semana pasada tuvo lugar la presentación del informe del proyecto Right Way. Esta iniciativa europea tiene por objetivo desarrollar un proyecto de integración holística y duradera para la inclusión económica y social de mujeres nigerianas supervivientes de la trata.

Nuestra organización aparece en el informe dentro de la sección de buenas prácticas en Europa a través de una entrevista que mantuvieron con nuestra responsable de Intervención Directa, Iris Rodríguez que agradece la oportunidad de participar y visibilizar en dicho informe la necesidad de seguir ofreciendo un apoyo integral y especializado a las víctimas de trata.

El proyecto incluye un proyecto piloto de apoyo a la integración para 50 mujeres supervivientes en las ciudades de Faenza, Florencia, Lamezia Teme, Pescara, Senigallia, Vicenza y Trieste. Dicho proyecto ayudó a implementar actividades específicas, también online, para permitir que las comunidades de acogida involucradas en el proyecto piloto aumentaran su habilidad para apoyar a la integración de estas mujeres, tanto durante la emergencia de la Covid-19 como en la fase post-emergencia.

Este informe ha sido financiado por Fondo de Asilo, Migración e Integración de la Unión Europea. El contenido de este informe refleja exclusivamente los puntos de vista de sus autores, los cuales son los únicos responsables de dicho contenido. La Comisión Europea no podrá hacerse responsable del uso que se haga de la información que contiene este informe.

Conclusiones

Durante la emergencia sanitaria del Covid-19, las recomendaciones del Representante Especial de la OSCE, Valiant Richey, destacaron la creciente dificultad de luchar contra la trata y proteger a los supervivientes: “El impacto de la crisis del Covid-19 en la trata de seres humanos es profundamente inquietante. Nuestras recomendaciones tienen por objeto apoyar a los Estados miembros de la OSCE en la lucha contra la trata de personas antes y después de la crisis actual, dado que las vulnerabilidades tenderán a agravarse en las semanas y meses futuros”. Las recomendaciones más significativas incluyen:

  • Conceder o ampliar los permisos de residencia (temporales) a los migrantes y solicitantes de asilo, independientemente de su situación jurídica, a fin de facilitar el acceso a los programas de asistencia y ayudar a las autoridades y servicios sociales de los Estados Miembros a identificar rápidamente a las posibles víctimas de la trata y evitar así su explotación.
  • Dar prioridad a los recursos destinados a los servicios de emergencia en sectores de alto riesgo, como la industria de la prostitución, porque los programas de inclusión social y laboral son un instrumento fundamental para romper el ciclo de explotación y ofrecer una alternativa real a los necesitados.
  • Proporcionar a las supervivientes alojamiento seguro e inmediato, servicios de salud y asistencia psicológica, para ayudarlos a escapar de la trata y protegerlos de la revictimización. Garantizar el alojamiento temporal durante la cuarentena, antes de que las víctimas sean acogidas en lugares de acogida, de acuerdo con las medidas de prevención del Covid-19.
  • Ampliar por lo menos seis meses todas las medidas de protección y asistencia a las víctimas de la trata, a fin de garantizar la continuidad de su proceso de integración después de la actual crisis sanitaria.
  • Continuar invirtiendo en programas de rehabilitación, ya que el riesgo de “perder” a las personas que ya están en transición aumenta actualmente debido a las condiciones económicas desfavorables.

Durante la emergencia sanitaria, también se alienta a las organizaciones a que continúen o inicien nuevas formas de apoyo a los supervivientes de la trata, tanto dentro como fuera de los centros de acogida: se puede proporcionar temporalmente asistencia psicológica, apoyo jurídico, educación y formación profesional – aunque con limitaciones importantes – a distancia, para garantizar la continuidad de los proyectos personalizados y evitar toda forma de revictimización.

Incluidas en la sección de buenas prácticas en acción en Europa

Servicios de Alojamiento y apoyo integral

CONTEXTO: El Proyecto Esperanza forma parte de la Congregación de Religiosas Adoratrices Esclavas del Santísimo Sacramento y de la Caridad, y se estableció en Madrid en 1999. Se centra en el fortalecimiento y la promoción de la independencia de las mujeres que han sido víctimas de la trata de personas en todas sus formas de explotación, ayudándolas a desempeñar el papel principal en su propia recuperación e integración social, y a retomar el control de sus vidas.

DESCRIPCIÓN: El Proyecto ESPERANZA presta una serie de servicios a las mujeres víctimas de la trata, entre ellos asistencia jurídica, acceso a la salud física y psicológica, acceso a los servicios sociales, incorporación al empleo y apoyo educativo. La organización ofrece servicios residenciales seguros (alojamiento y cobertura de necesidades básicas), que se dividen en tres tipos de acogida: Acogida de emergencia (que acoge a las beneficiarias en las primeras etapas de su proceso de recuperación, de 15 días a 2 meses), Acogida de permanencia (que acoge a las beneficiarias durante un período de tiempo que oscila entre 6 y 8 meses) y pisos independientes de vivienda de transición (que acoge a las beneficiarias durante un año como máximo). Este método permite a las beneficiarias pasar de una atención y supervisión plenas a una vida más independiente con supervisión externa y servicios regulares, facilitando la autonomía e independencia a largo plazo. Estos servicios de vivienda van acompañados en todo momento por el apoyo individual integral antes mencionado. El Proyecto ESPERANZA también dispone de una línea telefónica de atención las 24 horas del día, y facilita el retorno voluntario cuando se solicita.

POBLACIÓN DESTINATARIA: Proyecto Esperanza trabaja con mujeres (y sus hijos) que han experimentado la trata de personas, independientemente de que hayan sido identificadas formalmente como víctimas de la misma. Las beneficiarias deben ser mayores de 17/18 años. Durante los últimos 20 años, el proyecto ha proporcionado un apoyo integral a más de 1120 supervivientes de trata de personas en España. La mayoría de las supervivientes son mujeres de entre 18 y 30 años de edad procedentes de más de 70 países. El 60% de esas mujeres recibieron alojamiento temporal seguro en la red de viviendas del proyecto.

FINANCIACIÓN: El proyecto recibe financiación del gobierno de la comunidad de Madrid, del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migración, así como donaciones y otras formas de financiación privada.

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