Valentina

Una historia pendiente de justicia

Hemos presentado ante el Gobierno una petición de indulto para uno de los casos en los que Valentina había sido condenada

Valentina es huérfana, pasó su infancia en un orfanato, donde permaneció hasta que cumplió los 18 años. Al poco de cumplir la mayoría de edad conoció a un chico rumano algo mayor que ella, con el que comenzó una relación de pareja.

A los pocos meses su novio, llamado Viktor, la convenció de que viajaran juntos a España para establecerse aquí y poder tener así una vida mejor. Él había vivido durante una temporada en España y le insistía en que aquí tendrían oportunidad de conseguir un buen empleo y podrán salir bien adelante. Viajaron juntos hasta España y se alojaron en casa de dos hombres amigos de Viktor, también de nacionalidad búlgara.

Dos días después Viktor desapareció del piso y los dos hombres le dijeron a Valentina que habían pagado a Viktor un dinero por ella y que además habían sido ellos los que habían pagado los costes del viaje hasta España. Le dijeron que por todo ello había contraído una deuda con ellos que debía saldar.

Le dijeron que tendría que salir a robar con ellos en tiendas de ropa, para conseguir mercancía que luego sería revendida para poder pagar su deuda. Valentina se negó pero, ante la presión y las amenazas de los dos hombres, no le quedó más remedio que obedecerles. Estaba asustada, no hablaba español, no conocía sus derechos, ni sabía a quién recurrir para pedir ayuda.

Al día siguiente le dieron instrucciones detalladas de lo que tenía que hacer al entrar en las tiendas y de cómo debía esconder la ropa. La acompañaban a un centro comercial, ellos se quedaban fuera de la tienda, a una cierta distancia desde donde vigilaban y controlaban a Valentina, cuando entraba en las tiendas a robar. Esta dinámica se repetía casi a diario, en diferentes tiendas y centros comerciales de varias provincias y Comunidades Autónomas.

Todas las ganancias que obtenían los dos hombres al revender la mercancía se las quedaban ellos y no le daban nada a Valentina, alegando que habían pagado mucho dinero a Viktor por ella. No podía salir de la casa sola sin permiso y le confiscaron el documento de identidad. Los dos hombres ejercían sobre ella agresiones físicas y verbales. Así transcurrió cerca de un año.

En algunas ocasiones Valentina levantaba sospechas en los vigilantes de seguridad de las tiendas y era detenida, denunciada y condenada por hurto. La pena por hurto supone la obligación de pagar una multa pero, como Valentina no podía pagarlas, cuando había acumulado ya varias condenas, la pena se convirtió en una condena de privación de libertad en la cárcel. Tras cumplir 10 meses de condena, Valentina fue deportada a Bulgaria con una prohibición de volver a España durante los próximos 5 años. Durante todo ese proceso no fue detectada o identificada como víctima de trata por ninguna de las autoridades.

Valentina volvió a España antes de que pasaran los 5 años, para intentar rehacer su vida aquí, sabiendo que los dos tratantes se habían trasladado a otro país. De vuelta en España fue detenida por la policía por incumplir la prohibición de entrada y fue ingresada en el Centro de Internamiento de Extranjeros para volver a expulsarla a su país.

Una de las organizaciones que interviene con las personas que están internas en el CIE avisó al Proyecto Esperanza, a nuestro teléfono 24 horas, comentándonos que sospechaban que Valentina podría ser víctima de trata y pedían nuestra valoración como entidad especializada. Acudimos al CIE a conocer a Valentina y a hablar con ella.

Valentina se fue abriendo poco a poco y nos fue contando su historia y todo lo que había sufrido.

Informamos a Valentina de sus derechos como víctima de trata según la normativa española y de la posibilidad de que pudiera ser identificada formalmente por la policía especializada. Valentina accedió a hablar con la policía y a explicarles su caso, nos coordinamos con la Brigada contra la Trata de la Policía Nacional y acompañamos a Valentina durante el proceso de identificación formal. La policía identificó a Valentina y en consecuencia fue liberada del CIE de forma inmediata.