LA VOZ DE LAS SUPERVIVIENTES
Samira
Superposición de violencias
Samira procede de Marruecos, de una familia con muy pocos recursos. Una amiga de sus padres, llamada Fatima, se ofreció para llevarse con ella a España a Samira, cuando ésta tenía 14 años. Fatima residía en España con su familia y convenció a los padres de Samira de que la trataría como a una hija y de que le daría oportunidades de estudiar y de obtener un futuro mejor para ella y para poder ayudarles económicamente. Los padres de Samira creyeron que era una buena oportunidad para su hija y firmaron todas las autorizaciones para que Fatima se convirtiera en la tutora legal de Samira.
Fatima vivía en España con su marido y sus cuatro hijos menores de edad. Desde que Samira se instaló con ellos, Fatima le indicó que tendría que cuidar de los niños, realizar las tareas de limpieza y ayudar en la cocina todos los días de la semana. Samira tenía que estar al servicio de la familia desde que se levantaba hasta que se acostaran todos. Fatima la trataba muy mal verbalmente y en las ocasiones en las que Samira se atrevió a quejarse la pegó, diciéndole que era una descarada y que le había faltado al respeto.
Fatima la inscribió en el colegio y permitía que Samira fuera a clase pero, con frecuencia, la obligaba a quedarse en casa, si alguno de los niños se ponía enfermo. Samira no tenía tiempo para estudiar en casa porque tenía que cumplir con todas las tareas domésticas que le imponía Fátima, sin tener ningún tiempo de descanso y sin pagarle ningún salario.
Fatima sólo le permitía hablar con sus padres ocasionalmente y siempre estaba ella delante para controlar lo que les decía. Esta situación se prolongó desde los catorce años hasta los dieciséis. Tras cumplir los dieciséis Fatima no le permitió volver al colegio y continuó explotándola laboralmente, con aún mayor intensidad, y maltratándola física y verbalmente.
Cuando Samira iba a cumplir los dieciocho años, escuchó un día una conversación entre Fatima y su marido, en la que estaban hablando de que iban a concertar el matrimonio de Samira con un hombre de nacionalidad marroquí afincado en Francia. Estaban organizando el viaje de este hombre a España, para que se pudiera llevarse a Samira a Francia con él para casarse con ella.
Samira se asustó mucho y reunió el valor para escaparse un día de la casa y acudir a su antiguo colegio a pedirle ayuda a una de las profesoras que siempre se había mostrado cercana y comprensiva con ella y le contó todo lo que había vivido y la situación a la que se enfrentaba.
La profesora y el centro se implicaron para ayudarla. Samira ingresó en un centro de protección de menores y, a las pocas semanas, cuando cumplió la mayoría de edad, fue derivada por el centro de menores al Proyecto ESPERANZA. Se le ofreció apoyo de emergencia en nuestro recurso y se la derivó a otro recurso fuera de Madrid para poder empezar una nueva vida, poniendo distancia con Fatima y su familia.
La amiga de mis padres nos engañó, pensábamos que me traía a España para poder estudiar y labrarme un futuro mejor con el que poder ayudar a mi familia
Teléfono 24 horas
607 542 515
365 días al año, 7 días a la semana, 24 horas al día
Una llamada a tiempo supone el acceso a derechos para las víctimas y luchar contra la impunidad de los tratantes
Quizás te interese también
Dona y apoya
Proyecto Esperanza
En estos 24 años Proyecto ESPERANZA ha contribuido a la visibilización y denuncia del fenómeno de Trata en España a través de su trabajo en red y el trabajo de intervención directa con la mujer desde un enfoque de DD.HH, Perspectiva de Género e Interculturalidad.