Revista Voces contra la Trata 7
10 años compartiendo Esperanza
Iniciamos este año 2009 compartiendo con vosotros y vosotras nuestra alegría por la celebración del 10ºAniversario del Proyecto ESPERANZA. En el año 1999 la Congregación de Adoratrices puso en marcha este programa integral para dar respuesta a las necesidades de las mujeres víctimas de la trata con fines de explotación en España.
Estos 10 años de trabajo,con, para y desde las mujeres en situaciones de trata, nos han permitido ofrecer una atención integral a cerca de 500 mujeres que han encontrado en el proyecto, en sus casas de acogida, en el apoyo jurídico, sociolaboral, sanitario y psicológico, un espacio desde donde retomar sus vidas, en la búsqueda de espacios de dignidad y acceso a derechos humanos. En este número de nuestra revista, queremos abordar un aspecto fundamental que vertebra la intervención con las mujeres víctimas de trata: la intervención educativa y la relación de ayuda establecida con ellas, especialmente en el marco de los recursos de acogida.
A lo largo de las diferentes secciones de este número, reflexionamos sobre la necesidad de que la relación de ayuda se articule en torno a diferentes fases que faciliten su recuperación; sobre la importancia de intervenir desde el protagonismo de la mujer y el respeto al ritmo y al proceso propio de cada una; sobre las dificultades que pueden surgir en la relación entre profesional y mujer, así como sobre las claves que pueden evitar que surjan desencuentros. Apostamos por una relación educativa en la que la mujer es sujeto activo de su proceso de recuperación y no víctima pasiva, y el objetivo de la intervención es apoyar el desarrollo de su autonomía.
Hemos vivido nuestra primera década como proyecto y sentimos que hemos aprendido de errores y aciertos, que hemos crecido y aportado reflexiones y propuestas compartidas con multitud de agentes, públicos y privados con los que hemos trabajado uniendo fuerzas en favor de las mujeres.
Por ello, queremos felicitaros y felicitarnos, agradecer vuestro apoyo y colaboración y confirmar nuestro compromiso desde el Proyecto ESPERANZApara seguir mejorando nuestro trabajo en defensa de las mujeres.
Principios metodológicos
Toda mujer es protagonista de su propio crecimiento y sujeto activo en la defensa de sus derechos. La persona crece en la medida en que entra en relación con los demás y trabaja con ellos en un proyecto común. La intervención ha de ser individualizada y basarse en el respeto a la mujer, a su ritmo y a su situación, junto a un trabajo desde el afecto sincero y la comprensión. El trabajo en equipo y en red, multidisciplinar y coordinado, es ineludible.
“Me ayudaron en la convivencia porque yo desconfiaba de todo el mundo y me enseñaron a confiar y a no tener miedo porque estaba con ellas (educadoras). Me sentí acompañada, me sentía en familia… me brindaron cariño que era lo que yo necesitaba y me hacia falta, confianza… eso fue lo primordial para mí, en ese momento sentirme arropada”.