Revista Voces contra la Trata 4
¿Hay protección real para las víctimas de la trata?
En nuestro país, las personas que sufren trata con fines de explotación son en su inmensa mayoría personas de origen extranjero. La situación que viven al haber sido víctimas de un delito se ve agravada en estos casos, porque en un porcentaje muy alto se encuentran en el país de destino en situación administrativa irregular. En los casos de trata de personas, la causa de que la víctima del delito se encuentre en situación ilegal en el país, obedece mayoritariamente a que ha sido captada y trasladada al lugar de destino intencionadamente por alguien (persona individual o grupo de personas) con el fin de ser sometida a una situación de explotación.
La infracción de la normativa de extranjería limita su acceso a multitud de derechos y puede conllevar la apertura de un expediente sancionador, que termine decretando la expulsión de la persona a su país de origen. Esto puede llevar a la persona a tener que enfrentar represalias por parte de los/las tratantes o situaciones de retráfico.
En este número de la revista Voces contra la trata de mujeres, ¿Protección o contraprestación?, analizamos de forma crítica bajo qué condiciones y en qué casos se concede en España la posibilidad de obtener permiso de residencia a las personas que han sido objeto del delito, a través de la Ley Orgánica sobre Derechos y Libertades de los Extranjeros en España y su Integración Social, y/o de la Ley de Asilo.
Asimismo, hemos querido aprender de la experiencia de otros países, fijándonos en concreto en la legislación italiana que ofrece una respuesta más acorde con el respeto y la garantía de protección de los derechos humanos. Los testimonios de las víctimas nos evocan los obstáculos y las limitaciones administrativas que éstas viven tras haber salido de la situación de trata para rehacer su vida y su proyecto migratorio. La reflexión que nos suscitan, nos hace cuestionarnos la insuficiente respuesta que el Estado español da en la actualidad a las víctimas de la trata, cuando su principal obligación sería respetar, garantizar el respeto y proteger los derechos humanos de las víctimas.
Todos estos elementos ponen de relieve que la trata de personas en el año 2007 que estamos se aborda en España aún como un problema de orden público y control de la inmigración ilegal, y no desde una perspectiva de protección de los derechos humanos de las víctimas de un grave delito.
Les diría a otras mujeres que tengan fe y paciencia, porque aunque hayamos sufrido un duro golpe, seguimos vivas. Y logramos éxitos al escapar, al denunciar, y no fuimos deportadas. Y que hay una luz, una esperanza de mejorar. Poco a poco llegaremos a nuestro mayor objetivo que es vencer, y conseguir mejorar nuestras vidas y las de aquellos a quienes amamos, que por ellos estamos aquí.