Revista Voces contra la Trata 3
¿Justicia o revictimización?
La trata de seres humanos con fines de explotación constituye un delito en España, está recogido también en numerosas legislaciones penales de otros países y en diferentes convenios internacionales. Existe unanimidad en considerar la importancia fundamental que tiene la denuncia y la colaboración de la víctima en los procesos penales contra los autores. De lo contrario se afirma que es difícil evitar un clima de impunidad y que éste siga siendo considerado por los delincuentes como uno de los delitos más lucrativos que lleva a su vez aparejado menos riesgos. Sin embargo, pocas veces nos cuestionamos cuál es la experiencia de las víctimas que denuncian su caso y que participan en los procesos penales. A lo largo de este número de Voces contra la trata de mujeres, titulado ¿Acceso a la Justicia y Trato Justo?, nos hemos querido preguntar si se sienten amparadas legalmente, protegidas, y adecuadamente asistidas.
De acuerdo con la Declaración sobre los principios fundamentales de justicia para las víctimas de delitos y del abuso de poder, adoptada por la Asamblea General de Naciones Unidas en 1985, las víctimas de delitos tienen derecho a acceder a la justicia y a un trato justo, a ser tratadas con compasión y respeto por su dignidad, a acceder a los mecanismos de la justicia, y a una pronta reparación del daño que hayan sufrido.
Además, los Estados deben facilitar la adecuación de los procedimientos judiciales a las necesidades de las víctimas, garantizar que reciban la asistencia material, médica, psicológica y social que necesiten, y facilitar su acceso a esos servicios. También se debe fomentar que existan fondos nacionales para indemnizar a las víctimas. Y proporcionar al personal de policía, de justicia, de salud, de servicios sociales, entre otros, capacitación para que sean receptivos a las necesidades de las víctimas y actúen de acuerdo a directrices que garanticen una ayuda apropiada y rápida.
Desgraciadamente, ésta no es la realidad actual y las víctimas se convierten, en numerosas ocasiones, en dobles víctimas: por los hechos que han sufrido y por la victimación a la que son sometidas por la Administración de Justicia. Contra ello tenemos que seguir, entre todas y todos, trabajando y sensibilizándonos.
Destacamos la enorme dificultad que existe para que las víctimas lleguen a cobrar las indemnizaciones impuestas a los condenados, ya que éstos se declaran insolventes y no existe un fondo estatal que cumpla subsidiariamente con estos pagos.
El no poder expresarse
La intérprete en las declaraciones en vez de decir exactamente lo que decía yo, decía lo que quería ella. Yo entendía cuando me hablaban y leía, lo que pasaba es que no me podía expresar con mis palabras. La persona que traduce lo va a decir a su manera y no trasmite cómo lo ha sentido la persona, y esto es una cosa que tiene más valor que una traducción.