Revista Voces contra la trata 10
Libertad, apoyo y seguridad en el retorno
El Proyecto ESPERANZA lanzó en el año 2006 la revista monográfica Voces Contra la Trata de Mujeres, dando a conocer el trabajo de apoyo integral a mujeres víctimas de la trata con fines de explotación que venimos realizando desde 1999 a través de los distintos ejes del Proyecto, respondiendo así a nuestro compromiso de denuncia y visibilización de este delito como una grave violación de los derechos humanos.
En este número 10 de Voces finalizaremos el recorrido por los ejes centrales de la intervención del Proyecto Esperanza abordando el tema del retorno voluntario, atendiendo a las circunstancias especiales de este colectivo frente al resto de la comunidad inmigrante. Es fundamental asesorar e informar a la mujer sobre sus distintas opciones: la posibilidad de permanecer en el país de destino garantizando sus derechos como víctima de un delito, o retornar al país de origen, teniendo en cuenta que la decisión debe ser tomada libremente por la mujer acompañándola y evaluando conjuntamente los riesgos y posibilidades en el país de origen.
Tomada la decisión de retornar, y siendo conscientes de los posibles riesgos que conlleva, es imprescindible cumplir con los criterios de seguridad que protejan a la mujer de la posibilidad de volver a ser objeto del mismo delito o de sufrir represalias por parte de los/las tratantes. En este sentido, no debemos olvidar que la trata de seres humanos es un delito complejo y trasnacional que, necesariamente, debe ser interpretado desde una visión global que tenga en cuenta que la “causa raíz” reside mayoritariamente en la situación de vulnerabilidad personal, social y económica que impulsa a la persona a salir del país y a la que tiene que hacer frente una vez que retorna, sumándole a este contexto las consecuencias en la salud física y psicológica fruto de la experiencia vivida y la frustración por el fracaso del proyecto migratorio.
Por tanto, es esencial que se priorice la coordinación entre los países de origen y de destino y que se garantice el compromiso de asistencia y apoyo que proteja los derechos civiles, políticos, económicos y sociales de las mujeres evitando la revictimización y promoviendo su reinserción real y efectiva.
Reforzar seguridad y colaboración
Es preciso reforzar la colaboración con las organizaciones que prestan en los países de origen asistencia dado que a veces, entre las dificultades, se encuentran que no se hayan cerca de donde residen las mujeres sino en la capital, y no tienen medios para recorrer las distancias que les separan. Otras veces se convierte en una labor de extrema complejidad poder contactar con las mismas a través de teléfono o email; o simplemente no se conoce ninguna organización que pueda prestar asistencia al llegar al país.
El Proyecto ESPERANZA me brindó protección. En Colombia me puso en contacto con Sandra Classen, que trabajaba en la Fundación Esperanza. Ella fue a mi casa y estuvimos hablando. Luego estuve con unos policías que me estuvieron ayudando a mirar a ver qué iba a pasar. Con la policía siempre me veía fuera de mi casa, a una hora de distancia. No me fiaba ni de ellos, porque hay mucha corrupción y a lo mejor ellos eran de los mismos. Era una mafia muy grande.