La voz de las supervivientes
Esther
Una historia de superación y coraje
Esther tenía 21 años y vivía en el sur de Nigeria en una situación económica muy precaria con su hija de 3 años. A través de un conocido suyo unas personas le ofrecieron ayuda, en teoría desinteresadamente, y una oportunidad de trabajo en Europa como empleada de hogar para un matrimonio. Esther aceptó pensando que iba a mejorar su situación y que así le podría ofrecer a su hija un futuro mejor.
Estas personas organizaron el viaje y la documentación necesaria para el traslado a España de Esther y su hija. Una vez aquí, le informaron de que había adquirido una deuda con ellos y que tenía que devolverla ejerciendo la prostitución. Esther se dio cuenta de que la habían engañado. Los tratantes además la coaccionaron y amenazaron con que si no cumplía con lo que le indicaban y no saldaba la deuda su hija sufriría las consecuencias. Esther se encontró en un país desconocido, sin hablar el idioma, y sin conocer a nadie que pudiera ayudarla.
Desconocía además que en nuestro país estaba amparada por la ley como víctima de trata y
que tenía derechos y podía obtener protección.
Tras permanecer casi un año en situación de trata para explotación sexual, Esther se atrevió un día a pedir ayuda a la policía. Contó su situación y fue trasladada a la comisaría para ser atendida por la Brigada Provincial de Trata de Seres Humanos de Madrid. La policía contactó con el Proyecto Esperanza como entidad especializada para valorar las necesidades de la mujer y de su hija y para poder ofrecerle apoyo. Esther fue identificada como víctima de trata y decidió además denunciar a los tratantes. Gracias a su denuncia varias mujeres fueron liberadas y los tratantes fueron detenidos. Esther accedió a un permiso de residencia y trabajo como víctima de trata.
Ella y su hija recibieron apoyo integral por parte de Proyecto Esperanza, en concreto apoyo social, jurídico, psicológico, médico, educativo y formación y orientación para su integración social. Durante la intervención con Esther las profesionales del proyecto detectaron que tenía problemas cognitivos y conductuales que podían ser compatibles con una situación de discapacidad intelectual. Se derivó el caso a la Fundación A la Par para realizar una la valoración especializada sobre su posible discapacidad. Tras realizar los test y pruebas oportunas se confirmó que Esther tenía discapacidad intelectual. La Comunidad de Madrid le reconoció un grado de discapacidad de un 65%.
Varios años después de la denuncia formulada por Esther el tribunal dictó sentencia condenatoria contra los tratantes.
¿Qué enfoque y qué actitudes por parte de las autoridades policiales crees que
facilitaron el hecho de que Esther pudiera pedir ayuda, fuera identificada como víctima
de un delito y colaborara en la investigación del mismo?
- Actuar conforme a un enfoque de derechos humanos y centrado en la víctima, considerándola víctima de un delito grave, identificándola y proporcionándole protección, independientemente de su disposición, o no, a colaborar denunciando a los tratantes, y con independencia de que se encuentre, o no, en situación administrativa irregular.
- Generar confianza y escuchar de forma empática, sin emitir juicios, ni cuestionar a la víctima.
- Dar tiempo y respetar el ritmo de cada persona para que pueda ésta pueda expresar lo que ha vivido y experimentado a su manera.
- Entender y gestionar que muchas víctimas tienen dificultad para poder relatar los hechos de forma ordenada, cronológica, coherente y detallada, debido al estrés que han sufrido, al impacto de delito y, en este caso, debido a la discapacidad.
- Entender que la persona puede tener miedo por estar sometida a amenazas y coacciones que pueden afectarle no sólo a ella sino a otros miembros de su familia y que el miedo a las represalias puede impedirle colaborar en la persecución del delito.
- Evitar que la investigación del delito recaiga únicamente en el testimonio de la víctima e investigar para obtener otro tipo de pruebas, incluidas las obtenidas a través de la investigación patrimonial.
- Ante la mera sospecha de poder estar ante un caso de trata, contactar con una organización especializada en la atención integral a mujeres víctimas de trata como es Proyecto Esperanza.
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Fundación Amaranta (Proyecto Esperanza)
En estos 24 años Proyecto ESPERANZA ha contribuido a la visibilización y denuncia del fenómeno de Trata en España a través de su trabajo en red y el trabajo de intervención directa con la mujer desde un enfoque de DD.HH, Perspectiva de Género e Interculturalidad.