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El 77% de mujeres atendidas es muy joven, con edades comprendidas entre 24- 30 años.
- Se atendieron 188 comunicaciones en relación con posibles casos de Trata de las que 130 se identificaron como presuntas víctimas. 6 víctimas de Trata que fueron devueltas a España por Convenio de Dublín han podido ser atendidas gracias a la colaboración con otras ONG´s europeas.
- 94% de las mujeres acogidas han experimentado una mejoría en los 10 primeros días. 96% de las 55 mujeres que recibieron atención psicológica mejoraron su salud psicológica.
- El Departamento Jurídico facilitó a 101 mujeres víctimas de la trata, el acceso a la justicia, así como a una situación administrativa regular, para el ejercicio efectivo de sus derechos. 44% de ellas adquirió estatus legal. Se concedieron 5 estatutos de refugiada y 26 de ellas lograron acreditar su identidad.
- Proyecto Esperanza ha atendido de forma integral en los últimos 18 años a 900 víctimas de Trata, de 60 nacionalidades diferentes, adoptando una perspectiva de DD.HH intercultural y de género. Nigeria es el país de procedencia que concentra un mayor número de mujeres, seguido de Rumanía, China, Paraguay y Camerún.
Madrid, 26 de abril de 2017. El Proyecto ESPERANZA- Adoratrices, que trabaja desde el año 1999 ofreciendo un apoyo integral a la mujer víctima de Trata, ha atendido a 900 mujeres de 60 nacionalidades. Ana Almarza, Directora de Proyecto ESPERANZA añade: “El número de mujeres atendidas en cada uno de los departamentos ha aumentado de forma considerable en relación con los años anteriores, la calidad de las acciones de sensibilización y la contundencia en la incidencia política siguen marcando nuestro compromiso con las mujeres víctimas de la trata, la buena gestión de los fondos tanto públicos como privados marcan nuestro compromiso con la transparencia”.
Marta González, Coordinadora del área de Sensibilización e Incidencia política de Proyecto ESPERANZA añade: “Son mujeres que han sufrido gravísimas violaciones de los derechos humanos que, con el apoyo especializado, adecuado e individualizado, pueden retomar su vida y nos dan a toda la sociedad un ejemplo de resiliencia y de esperanza a través de su capacidad de recuperación”. El número de casos atendidos sigue creciendo, pero el acceso real de las mujeres víctimas a sus derechos aún está lejos de ser satisfactorio. La identificación formal sigue siendo un proceso muy delicado y complejo, en el que aún hay que afianzar el papel de las entidades especializadas, en aplicación de la Instrucción 6/2016 de la Secretaría de Estado de Seguridad sobre actuaciones de las fuerzas y cuerpos de seguridad del estado en la lucha contra la trata de seres humanos y en la colaboración con las organizaciones y entidades con experiencia acreditada en la asistencia a las víctimas. Los procesos en fronteras internacionales como son los aeropuertos, siguen presentando manifiestas oportunidades de mejora para evitar devoluciones de personas susceptibles de ser víctimas de trata. Junto a ello, todo el proceso de entrevista en un idioma accesible, en unas condiciones de seguridad que permita a la víctima relatar su situación y adoptando una perspectiva de género y de derechos humanos, sigue siendo deficitario.
González añade que a lo largo del año se ha participado en 7 Investigaciones, 257 Impactos en medios de Comunicación y participado en 37 Actividades formativas a distintos profesionales de distintas organizaciones. El Proyecto Esperanza constata un aumento del número de víctimas menores de edad. La determinación de la edad de las potenciales víctimas sigue siendo un proceso muy poco garantista y que no siempre tiene en el centro la presunción de minoría de edad, ni la validez de la documentación legal de origen de las personas.
La tardanza en la resolución de sus expedientes, tanto desde la perspectiva jurídico penal como administrativa sigue siendo una dificultad máxima para su recuperación. Muchas veces la incertidumbre, la larga espera, etc. sumado a las secuelas emocionales de las duras situaciones vividas, producen estados de ansiedad y bloqueo en las mujeres, dando lugar a momentos vitales en los que difícilmente se puede avanzar en el desarrollo de sus proyectos individuales.
Es importante visibilizar la realidad de la trata en nuestro país para otros fines más allá de la explotación sexual, como casos de trata para explotación en el servicio doméstico, la mendicidad o para la comisión de actos delictivos en beneficio de los tratantes. Es necesario aumentar el conocimiento y la sensibilidad frente a estas otras formas de trata que permanecen aún muy ocultas, para poder dar una respuesta adecuada, acorde con las obligaciones que tiene el Estado de identificar y ofrecer asistencia y protección a todas las víctimas de trata, con independencia de cuál hay sido el sector de explotación.
La posibilidad de llevar a cabo una reagrupación familiar urgente es en determinados casos fundamental, no sólo para garantizar la recuperación de la víctima sino para facilitar y favorecer su colaboración policial y judicial para la persecución del delito, en aquellos casos en que las víctimas son extorsionadas por las redes amenazándolas con tomar represalias contra sus familiares. Dichos procesos deben ser analizados caso a caso por las autoridades, deben ser facilitados de forma ágil y sufragados por los presupuestos estatales dedicados a la atención a las víctimas de trata.
Es fundamental seguir mejorando en la IDENTIFICACIÓN de casos desde una perspectiva de género y de Derechos Humanos: El departamento de identificación ha recibido 188 comunicaciones este año, a las que se dio respuesta en menos de 3 horas en el 94% de los casos, a través del servicio operativo las 24 horas los 365 días del año, con un equipo especializado. Han resultado 130 mujeres detectadas como presuntas víctimas. Las derivaciones vienen fundamentalmente a través de FF.CC Seguridad del Estado, ONG´s e Instituciones públicas. A lo largo de 2016 se ha dado continuidad al acuerdo de colaboración para la identificación y asistencia a mujeres víctimas de trata con la Brigada Provincial contra la Trata de Seres Humanos Madrid del Cuerpo Nacional de Policía. El Proyecto valora muy positivamente la adopción de la Instrucción 6/2016, de la Secretaría de Estado de Seguridad, anteriormente citada, y confía en que su implementación efectiva va a favorecer una mejor colaboración y complementariedad entre las fuerzas de seguridad y las entidades especializadas en la atención a víctimas de trata.
Iris Rodríguez, coordinadora del área de Intervención Directa, señala la importancia que el APOYO ESPECIALIZADO INTEGRAL se haga desde una propuesta empoderadora de la mujer: El área de intervención directa es el eje fundamental del Proyecto y gira por un lado en torno a la provisión de servicios residenciales (casas de acogida y cobertura de necesidades básicas), en condiciones de seguridad y dignidad para las mujeres que necesitan un alojamiento, y servicios de información y apoyo en el ámbito médico, psicológico, jurídico y sociolaboral, ofrecidos desde el Centro Día.
El centro de la intervención desde el Proyecto Esperanza se basa en una valoración individual de cada caso por parte del departamento de TRABAJO SOCIAL que ha atendido 128 mujeres, tomando en cuenta su edad, nivel formativo, situación familiar, experiencia de vida, la situación de violencia y explotación vivida, así como sus fortalezas, sus logros, sus objetivos y sus sueños para proyectarlos hacia el futuro y diseñar un plan de intervención personalizado junta a ella, que le ayude para avanzar en su recuperación. El trabajo social toca se proyecta a lo largo de todas las fases de intervención directa, desde la identificación hasta la autonomía, y va articulándose como enfoque transversal. El departamento gestionó 25 tarjetas sanitarias, 15 empadronamientos y 14 ayudas económicas para alquiler y/o autonomía.
La tarea de ACOMPAÑAMIENTO EDUCATIVO es desempeñada desde igualdad y el respeto a las elecciones personales de las mujeres, partiendo de su decisión de inmigrar y generarse un futuro fuera de su país. Se atendió a 50 mujeres, 38 de ellas en los servicios residenciales en sus tres fases de: emergencia y primera acogida, consolidación y pisos de autonomía. El tiempo medio de estancia es de 9 meses a un año en 17 de esos casos y el nivel de ocupación ha sido del 82% a lo largo del año. El domicilio es anónimo y confidencial y se cubren las necesidades básicas de la mujer; Alimentación, vestido, transporte, comunicación con la familia, dinero de bolsillo.
Almarza, añade: “En nuestro enfoque, a la hora de intervenir con las mujeres, partimos de que ellas son las protagonistas de su propio proceso para transformar su situación, pasando de ser “víctima” a “superviviente”, evitando la revictimización y acompañándolas en su empoderamiento”.
Desde el departamento de SALUD INTEGRAL se facilita el acceso de las mujeres víctimas de trata a un nivel de bienestar en relación a su salud integral que les permita mejorar su calidad de vida. 55 mujeres recibieron apoyo en el servicio de orientación y/o mediación social y sanitaria, así como información y orientación para favorecer una buena alimentación, higiene, descanso y la práctica del ejercicio físico. El servicio Psicológico completa la atención hacia el logro de su bienestar emocional con terapias individuales y sesiones grupales, el 96% de mujeres atendidas mejoró su salud psicológica.
El Departamento JURÍDICO facilitó a 101 mujeres víctimas de la trata, el acceso a la justicia, así como a una situación administrativa regular, para el ejercicio efectivo de sus derechos. 44% de ellas adquirió estatus legal. Se concedieron 5 estatutos de refugiada y 26 de ellas lograron acreditar su identidad.
El departamento de Orientación Sociolaboral atendió a 60 mujeres. 15 de ellas accedieron a una beca de estudio, 30 lograron un empleo y 29 finalizaron sus cursos de formación. El equipo trabaja desde las capacidades y competencias de cada mujer para mejorar su autonomía en la sociedad de acogida.
Antonio Rivas, Coordinador del área de Gestión apunta la importancia de la TRANSPARENCIA EN LA RENDICIÓN DE CUENTAS, Seguimos diversificando la captación de fondos para garantizar la sostenibilidad económica del proyecto. Apunta que de cada 100€ que obtenemos, 83,5€ se destinan a la atención directa de las mujeres, 8€ a realizar acciones de sensibilización y 8,5€ a consolidar y conseguir más recursos y oportunidades.
Almarza añade: “Desarrollamos nuestro trabajo a través de una red de recursos residenciales, casa de emergencia, casa de permanencia, dos pisos de Autonomía y una oficina de servicios, ubicados en la Comunidad de Madrid. Esta red está conectada con otros recursos asociados, tanto de la propia institución, como de otros organismos, particularmente con la Red de Centros y Servicios para Mujeres de la Comunidad de Madrid, a través de un concierto firmado con esta institución desde al año 2007. Somos un equipo de 19 profesionales que nos coordinamos de forma interdisciplinar y que este año hemos logrado renovar nuestro compromiso con la calidad con nuestro sello de calidad EFQM desde 2012”.